Si tu me amaras: agosto 2013

Cuando era pequeña..

Cuando era pequeña, soñaba con crecer, quería ser mayor porque pensaba que solo así podría conseguir todo lo quería. Grave error. No tenía ni idea. Pues mi infancia es lo mejor que podría haberme pasado. No existía obstáculos, más que la raya que no debía pasar al pintar mis dibujos; pruebas no más complicadas que conseguir no caerme del columpio mientras aprendía a balancearme sin ningún tipo de ayuda o decisiones difíciles, más allá de escoger a que juego nuevo jugar. Yo era realmente la princesa todos los días, que hacía travesuras de las que posteriormente me reñirían pero que no me importaba. Mi único deseo era hacer un amigo nuevo cada día para poder jugar. No juzgaba ni tampoco me juzgaban. Me contentaba con una piruleta y unas gominolas. Mi pasatiempo era crear mundos imaginarios y lo que más me costaba era obedecer a mi mama. Era feliz aunque no lo supiera. Ingenua pero feliz.

Una leyenda sobre el amor

Según la mitología griega, los seres humanos fueron creados originalmente con cuatro brazos, cuatro piernas y una cabeza con dos caras. Ante el temor de su poder, Zeus los dividió en dos seres separados, condenandolos a pasar el resto de su vida en busca de sus otras mitades.

Together?

O hasta que el "FOREVER" se esgote.

Olvidar no estaría mal

RECUERDOS..

RECORDAR..

A veces, simplemente, no estaría mal olvidar TODO..

Quien le ha fallado a quien?

Todos pensáis que sabéis quien soy, como soy y cual es mi funcionamiento. Pero realmente nadie me conoce. Nadie sabe que detrás de mi falsa felicidad se esconden, en ocasiones, un mar de lágrimas apunto de desbordarse por entre mis pestañas, dudas e imperfecciones que se convierten en complejos, un corazón lleno de heridas todavía sin cicatrizar y una vida que se cae pedazo a pedazo. Yo también me siento sola a pesar de estar rodeada de gente, yo también me pregunto: ¿Cual es mi objetivo en la vida? También tengo problemas y me equivoco siempre en tomar una decisión, aunque me pase tiempo y tiempo pensando en ello. Y también tengo miedo de que me hagan daño y por eso huyo como una cobarde. Y aún así sigo aquí, porque todos encontráis el apoyo que necesitáis en mi y yo no quiero defraudaros. Yo siempre estoy aquí, siempre que puedo, siempre que es necesario. Y aún así, muchas veces me siento una mierda porque creo que os he fallado, porque me he despistado y en ese momento me habéis reprochado haberme olvidado de vosotros. Os he fallado? No estaba ahí? Y que pasa con la de veces que yo he necesitado un hombro en el que llorar, a alguien a quien contarle lo que realmente me hace daño, lo que me preocupa, lo que no me deja dormir? Quien estaba ahí para mi? ¿Verdad que si soy yo la que tropieza muy pocos están allí para levantarme? Aunque debido a eso he aprendido a valerme por mi misma, a ser fuerte para que lo que me rodea no se caiga fácilmente y me he dado cuenta de que no necesito a nadie, sola puedo perfectamente. Aunque por momentos me desmorone, no importa porque seguiré adelante por mi propio pié, una vez que me levante.