3.25.2013

Tu

Nunca te ha pasado que encuentras a un chico que te parece mono y que te hace sentir muy bien pero después de un periodo corto de estar con él ya no te gusta, te aburre y te empiezas a sentir aprisionada? Entonces tomas la decisión de no volverlo a ver porque no tiene sentido seguir si no estas a gusto. Pensarás, ¿sera esta como la otra cara del amor? ¿Pero que es el amor? Si no lo has sentido, seguramente lo habrás escuchado. Porque es algo increíble, que roza lo mágico y le da mil vueltas a la perfección. Es esa felicidad al ver sonreír a la persona que quieres, el sentimiento de perderse en la profundidad de sus ojos, la facilidad con la que las mariposas revolotean en tu estómago y la piel se vuelve del tipo gallina, las ganas de  besar sus labios, con besos suaves, lentos, apasionados, de sentir su calor en un pequeño abrazo, cogeros de las manos y caminar al mismo paso, no poder evitar estar nerviosa pero a la vez que sea una sensación agradable, extrañarlo al momento en el que se separan y no dejar de pensar en él el resto del tiempo que no estáis juntos. Eso es amor. ¿Pero como es posible que al poco tiempo esos sentimientos desaparezcan? Pensareis, ¿seré yo la que no funciona? ...O... Quizá lo que realmente sucede es que estoy enamorada del amor. Y lo que yo pensé que sentía no era amor. Eran mis ansias de enamorarme, de encontrar a esa persona especial y enamorarme. Por eso adelanté los acontecimientos y me equivoqué. Así que si la pieza más importante del puzzle del amor,  es decir, ÉL, no está o no sirve, sigue sin estar completo. Me haces falta TU para que funcione de verdad, para que lo nuestro no sea cuestión de uno o dos segundos sino que dure, que forme un completo infinito que nos haga siempre esbozar esa sonrisa de felicidad que el amor puede aportar, no, el amor no, sino TU (persona especial).

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